Apple piensa aplicar el mismo modelo de fabricación que en
los iPhone e iPad, que emplean sus propios procesadores.
Un punto de inflexión dentro de su estrategia para
poder controlar una parte más de su proceso de fabricación. Apple planea
emplear sus propios procesadores en los futuros ordenadores que comercialicen a
partir de 2020. Una decisión que le llevará a romper definitivamente con uno de
sus principales componentes hasta la fecha, Intel.
Según desvela «Bloomberg», Apple ha tomado una
decisión importante en su trayectoria empresarial. Reemplazar a Intel como
principal proveedor de chips, uno de los componentes esenciales para el
funcionamiento de los productos electrónicos. Como ya sucede en los
dispositivos iPad o iPhone, Apple pretende diseñar y fabricar internamente sus
procesadores. Este golpe sobre la mesa le permitirá, al menos, controlar todo
el proceso de creación desde cero.
El proyecto, conocido por su nombre en clave
Kalamata, aún se encuentra en los primeros compases de desarrollo, pero según
los expertos permitirá a la compañía lograr que todos sus dispositivos
funcionen de similar manera. Esta decisión, sin embargo, puede colocar en una
posición delicada a Intel, que no tiene prácticamente presencia en el mundo
móvil. En medio de los rumores originados este lunes, las acciones de Intel se
desplomaron un 9.2%. Con su alianza con Apple, no solo aupó al éxito a la línea
de ordenadores Mac (proporciona el 5% de los ingresos anuales, según los
expertos), sino que también le situó como líder de la fabricación de
componentes en el sector.
Por ahora se trata de un plan del que se desconoce
si finalmente se pondrá en práctica. Lo que está claro es que esta iniciativa
viene en un momento decisivo. En la actualidad, los dispositivos móviles
(iPhone, iPad, Apple Watch) emplean chips diseñados por Apple basados en la
tecnología de ARM, con lo que pasar también a controlar los procesadores en los
ordenadores Mac le otorgaría una ventaja temporal y cortar con las exigencias
de la hoja de ruota establecida por Intel en la fabricación de sus chips.
La utilización de sus propios procesadores en los
Mac convertiría a Apple en el único fabricante de ordenadores en optar por esta
estrategia en comparación con otros fabricantes como Dell, Lenovo, HP o Asus,
que siguen dependiendo de Intel, cuestionada en los últimos meses por la crisis
producida por los agujeros de seguridad Meltdown y Spectre. Los expertos,
además, destacan que controlar el hardware y software producido en el Mac, como
ya se produce en el iPhone o el iPad, se traduciría en un mayor rendimiento e,
incluso, extender la duración de la batería al permitirle a la compañía
optimizar los recursos informáticos. Como parte de esta iniciativa, la compañía
también está trabajando en un sistema llamado internamente Marzipan para lograr
que el Mac funcione como los iPhone y por tanto, ejecutar aplicaciones
procedentes de un entorno móvil directamente en el ordenador.
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