martes, 6 de febrero de 2018

¿Realmente las redes sociales son perjudiciales para tu salud?

¿Realmente las redes sociales son perjudiciales para tu salud?


Tres personas con sus móviles.

Unas 3.000 millones de personas, en torno al 40% de la población mundial, utiliza las redes sociales digitales y se calcula que cada una dedica dos horas al día.
¿Podría ser que estuviéramos sacrificando por ellas nuestra salud mental y bienestar, además de nuestro tiempo?
Puesto que las redes sociales son relativamente nuevas para nosotros son pocas las conclusiones definitivas.
Las investigaciones disponibles se basan principalmente en gente que cuenta sus propias experiencias, lo que muchas veces no es fiable, y la mayoría de estudios se centran en Facebook.
BBC Future repasa algunos de los principales hallazgos de la ciencia en torno a 11 aspectos: estrés, humor, ansiedad, depresión, sueño, adicción, autoestima, bienestar, relaciones, envidia y soledad.

ESTRÉS

En 2015, investigadores del Pew Research Center de Washington trataron de averiguar si las redes sociales producen más estrés del que alivian.
En un estudio con 1.800 personas, las mujeres afirmaron estar más estresadas que los hombres. Twitter resultó ser uno de los causantes principales, ya que incrementaba la conciencia que ellas tenían del estrés de otros.
Pero esta red social también actuaba como un mecanismo de ayuda, y cuanto más lo usaban las mujeres, menos estrés sufrían.
Tres personas con sus móviles.
Tal efecto no se detectó en los hombres, de los que los responsables del estudio dijeron que mostraban una relación más distante con las redes.
En general, los investigadores concluyeron que estas estaban "moderadamente vinculadas a niveles más bajos de estrés".

HUMOR

Investigadores de Austria encontraron en 2014 que los participantes de su estudio que habían estado usando Facebook mostraron en los 20 minutos posteriores un más bajo estado de ánimo que aquellos que habían estado navegando por otros sitios de internet.
La investigación sugirió que se encontraban así porque veían el rato pasado en Facebook como una pérdida de tiempo.
El buen o mal humor también podría diseminarse a través de las redes sociales, según investigadores de la Universidad de California que evaluaron la carga emocional de más de 1.000 millones de actualizaciones de estado de más de 100 millones de usuarios de Facebook entre 2009 y 2012.

ANSIEDAD

Un estudio publicado en la revista Computers and Human Behaviour(Computadoras y comportamiento humano) reveló que los individuos que decían usar siete o más plataformas diferentes de redes sociales tenían más del triple de probabilidades de mostrar síntomas de ansiedad severa que aquellas que solo usaban dos.
Sin embargo, no está claro que las redes sociales provoquen ansiedad ni, si lo hacen, cómo lo hacen.

DEPRESIÓN

Un trabajo que tomó como sujetos a más de 700 estudiantes encontró que los síntomas depresivos, como el bajo estado de ánimo o sentimientos de falta de autoestima y esperanza, estaban asociados a la calidad de las interacciones en línea.
Los investigadores hallaron que estos síntomas se daban en mayor medida en los usuarios que informaban tener más interacciones negativas.
Un estudio similar estableció en 2016, esta vez a partir de una muestra de 1.700 personas, que quienes usan más plataformas de redes sociales tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir depresión y ansiedad.
Sus autores sugirieron que los motivos de esto iban desde haber sufrido episodios de ciberacoso, una percepción distorsionada de las vidas de los demás y sensaciones como la de que el tiempo dedicado a las redes sociales es tiempo malgastado.
No obstante, los científicos están investigando cómo las redes sociales pueden utilizarse para diagnosticar la depresión, lo que podría ayudar a quienes lo necesitan a recibir antes un tratamiento.

SUEÑO

Los seres humanos acostumbrábamos a pasar las noches en la oscuridad, pero ahora estamos rodeados de luces artificiales día y noche. Los estudios han demostrado que esto puede inhibir la producción de una hormona llamada melatonina, que el cuerpo genera para facilitar el sueño.
La luz azul que emiten los celulares y las computadoras son consideradas las principales culpables.
En la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, le preguntaron en 2017 a un grupo de 1.700 personas de entre 18 y 30 años sobre sus redes sociales y sus hábitos de sueño.
Los responsables de la encuesta detectaron una relación entre las primeras y los trastornos de insomnio, y concluyeron que la luz azul de los dispositivos era una de las causas.
La frecuencia con la que accedían a las redes era el factor más determinante a la hora de predecir los problemas de sueño, más que el tiempo que los sujetos permanecían conectados, lo que llevó a los investigadores a hablar de una posible "obsesión por el chequeo" de las cuentas personales en las redes.
Hombre mirando su celular en la cama

ADICCIÓN

La adicción a las redes sociales no figura en el último manual para el diagnóstico de desórdenes mentales.
Y si la adicción a las redes existe, se trataría de una especie de adicción a internet, lo que sí es un trastorno catalogado.
En 2011, Daria Kuss y Mark Griffiths, de la Universidad Nottingham Trent, en Reino Unido, analizaron 43 estudios previos sobre el tema y llegaron a la conclusión de que la adicción a las redes sociales es un problema mental que "podría" requerir tratamiento profesional.
Una mujer ebria en Bristol, Inglaterra.
Se encontraron con que un uso excesivo iba asociado a los problemas en las relaciones personales, un peor rendimiento académico y una menor participación en comunidades reales y no virtuales.
También comprobaron que entre quienes podrían ser más vulnerables a las adicciones a las redes sociales se incluían los individuos ya enganchados al alcohol, los muy extrovertidos y quienes recurrían a ellas como medio para compensar sus escasos lazos con otras personas en la vida real.

AUTOESTIMA

Los sitios que albergan las redes sociales hacen que más de la mitad de sus usuarios sientan que no están a la altura, y, de acuerdo con un estudio llevado a cabo entre 1.500 personas por Scope, una organización en pro de los derechos de los discapacitados, la mitad de los encuestados de entre 18 y 34 años dijeron que les hacían verse como no atractivos.
Un estudio de 2016 de la universidad estadounidense Penn State indicó que ver las fotos de otras personas podría menoscabar la autoestima de los usuarios porque tienden a compararse esa otra gente que parece de lo más feliz en las redes.
Otro proyecto común de las universidades de Strathclyde de Iowa y Ohio mostró que las mujeres se comparan negativamente con las imágenes que de sí mismas toman y publican otras mujeres.
Chicas con sus teléfonos móviles.
Pero no son solo las selfies lo que puede minar la autoestima de los usuarios. Un estudio entre 1.000 usuarios suecos de Facebook reveló que las mujeres que pasan más tiempo en las redes se mostraban menos felices y confiadas.

BIENESTAR

En un estudio de 2013 los investigadores enviaron mensajes a los participantes cinco veces diarias durante 14 días, preguntándoles cómo se sentían y cuánto habían usado Facebook desde la recepción del último mensaje.
Cuanto más tiempo habían pasado en el sitio, peor se encontraban después. También se apreció una mayor caída de su satisfacción vital con el paso del tiempo.
Pero otro trabajo reveló que, para otras personas, las redes sociales pueden favorecer su bienestar. En general, los efectos de las redes sociales digitales en el bienestar de las personas son todavía ambiguos.
Esa es la conclusión a la que llegó el año pasado un equipo de investigadores holandeses. Con todo, estos científicos señalaron que hay evidencias más claras respecto a un grupo determinado de gente: las redes tienen un impacto más negativo en los individuos socialmente aislados.
Una mujer con su móvil en la calle.

RELACIONES

De acuerdo con las conclusiones de un pequeño estudio, solo la mera presencia de un celular puede interferir en nuestras interacciones, sobre todo, cuando estamos hablando de un tema importante.
Los investigadores de la Journal of Social and Personal Relationships (Revista de Relaciones Sociales e interpersonales) encargaron a 34 parejas de desconocidos que mantuvieran una conversación de diez minutos sobre algún hecho interesante que les hubiera ocurrido recientemente.
Cada pareja se sentó en una cabina privada. La mitad de esas cabinas tenían un teléfono sobre una mesa.
Libros alineados.
Quienes tuvieron un teléfono a la vista mostraron una respuesta menos positiva cuando después se les preguntó por su interacción con la persona con la que hablaron. Tuvieron conversaciones menos significativas y mostraron menos cercanía con su pareja que el resto de participantes en el estudio, en cuyas cabinas se había colocado un libro en lugar de un teléfono.
Las relaciones sentimentales tampoco son inmunes.
Expertos de la Universidad de Guelph, en Canadá, estudiaron en 2009 el comportamiento de 300 individuos con edades comprendidas entre los 17 y 24 años, centrándose en los celos que sentían cuando usaban Facebook y haciéndoles preguntas como: "¿Cuán probable es que te sintieras celoso después de que tu pareja añadiera a su muro una foto de una persona desconocida del sexo opuesto?".
Las mujeres pasan mucho más tiempo en Facebook que los hombres y se muestran mucho más celosas cuando lo hacen.
Una joven en la cama con su móvil.

ENVIDIA

En un estudio en el que tomaron parte 600 adultos, en torno a un tercio de ellos dijeron que las redes sociales les inspiraban sentimientos negativos, mayoritariamente de frustración, y que la envidia era la razón de ello.
Esto lo provocaba la comparación entre sus vidas y las de otros, culpa, sobre todo, de las fotos de sus viajes que colgaban otros usuarios.
Sentirse envidioso ocasiona una "espiral de envidia", en la que la gente reacciona a sus propios celos llenando sus perfiles de imágenes del mismo tono que los motivaron.

SOLEDAD

Un trabajo publicado el pasado año en la American Journal of Preventive Medicine(Revista Americana de Medicina Preventiva) observó a 7.000 sujetos de 19 a 32 años y comprobó que los que más tiempo pasaban conectados a las redes sociales tenían el doble de probabilidades de experimentar aislamiento social, lo que podía manifestarse en una falta de sentido de pertenencia, empatía con los otros y relaciones satisfactorias.
Un mayor uso de las redes sociales podría desplazar las interacciones cara a cara y hacer que la gente se sienta excluida en la vida real.

Torre de control "virtual" que gestionará el aeropuerto más céntrico de Londres desde 120 km de distancia

Torre de control "virtual" que gestionará el aeropuerto más céntrico de Londres desde 120 km de distancia


(Foto cortesía de NATS).

El aeropuerto de la City de Londres es el más céntrico de la capital británica, pero su torre de control queda mucho más lejos que la de cualquier otra terminal aérea que sirve a la ciudad.
En Swanwick, un pueblo situado en el sur de Inglaterra —a 120 kilómetros de distancia del aeropuerto— el Centro de Control de Tráfico Aéreo Nacional de Reino Unido (NATS, por su sigla en inglés) está construyendo una torre "virtual" que espera tener operativa en 2019.
Se tratará del primer sistema remoto que adoptará el país europeo en sus aeropuertos.
Y espera sentar precedentes.
Los controladores observarán el tráfico aéreo a través de una pantallas conectadas a 14 cámaras de alta definición y sensores que les proporcionarán una vista en 360 grados de las instalaciones.
La información se enviará en tiempo real a través de una red de datos al centro de Swanwick.
(Foto cortesía de NATS).
Esta "solución digital" forma parte de una inversión multimillonaria en tecnología que haga posible ampliar el espacio del aeropuerto que ha costado más de US$670 millones, le cuenta a BBC Mundo un vocero de London City Airport, la compañía que gestiona el aeródromo.
"La construcción de la torre se espera que esté finalizada para finales de este año. Después, seguirán al menos 12 meses de rigurosas pruebas en las que el sistema digital operará de manera paralela a la torre que controla actualmente el tráfico aéreo", dice el especialista.
(Foto cortesía de NATS).

"Revolución tecnológica"

Los datos se enviarán "de forma segura y superrápida mediante conexiones de fibra", explican fuentes del departamento de comunicación de NATS.
El organismo asegura que esa torre "virtual" tendrá "beneficios significativos para el aeropuerto".
El nuevo sistema digital, desarrollado por la compañía sueca Saab Digital Air Traffic Solutions, reemplazará eventualmente a la torre actual, que acaba de cumplir 30 años. De acuerdo con NATS, "marca el comienzo de una revolución tecnológica en la gestión del tráfico aéreo en Reino Unido".
(Foto cortesía de NATS).
(Foto cortesía de NATS).
Las 14 cámaras se situarán en lo alto de la torre y contarán con Pan-tilt-zoom (PTZ), un sistema que permiten al usuario controlar el movimiento y la posición de las lentes de la cámara desde situaciones remotas en horizontal y vertical usando un navegador web o una aplicación de software.
Expertos de NATS aseguran que esas herramientas portan mayor nivel de detalle que el ojo humano, modernizando y mejorando las operaciones de tráfico aéreo.
Las imágenes serán enviadas de manera independiente a la base de Swanwick.
Desde allí, los controladores aéreos llevarán a cabo sus funciones operativas usando imágenes panorámicas, archivos sonoros y lecturas de radar de los cielos de Londres para poder dar instrucciones a los pilotos.
"El nuevo y pionero sistema de control de tráfico aéreo fortalecerá la seguridad y mejorará la resistencia, sentando un nuevo estándar en la industria global de la aviación", aseguró Declan Collier, director ejecutivo de London City Airport.
(Foto cortesía de NATS).
Collier dice que el nuevo sistema es una tecnología "vanguardista". Por otra parte, Mike Stoller, director de aeropuertos en NATS, sostiene que "las torres digitales van a transformar la manera en que se proporcionan los servicios de tráfico aéreo de los aeropuertos aportando seguridad real y ventajas operativas y de eficiencia".
Pero hay algunos temas que preocupan a los controladores aéreos, como la posibilidad de ciberataques, algo que, según el organismo, no está justificado.
"Los controladores podrán usar una variedad de herramientas como zoom de alta definición y mejoras visuales para proporcionar vistas detalladas de la actividad en el aeropuerto, incluyendo primeros planos de movimientos de pilotos, además de cámaras con zoom vertical y horizontal capaces de ampliar hasta 30 veces", aseguran desde NATS.
Además, los especialistas dicen que el sistema permitirá construir una imagen del aeródromo en tiempo real en realidad aumentada. Así, los usuarios podrán superponer datos con información sobre el tiempo o sobre los radares y otras señales.
(Foto cortesía de London City Airport).
(Foto cortesía de London City Airport).

Más allá de Londres

El aeropuerto de la City será el primero de Reino Unido en probar esta tecnología. Pero ya existe en Suecia.
De hecho, el país escandinavo fue el primero en el mundo en aplicar el llamado "Sistema de Torre Remota", que se probó y se usa en los aeropuertos de Örnsköldsvik y Sundsvall.
La terminal aérea de Örnsköldsvik funciona con esta tecnología pionera desde abril de 2015. El centro que recibe las imágenes está situado a 150 kilómetros.
Noruega también quiere implementar un sistema parecido para controlar de manera remota el tráfico de 15 de sus aeropuertos (y, potencialmente, hasta 32). Es un programa aún más ambicioso que los de Suecia y Reino Unido porque es el más grande de todos los que existen hoy día.
En ese caso, el tráfico se controlará desde un lugar todavía más remoto: el aeropuerto de Bodo, un pueblo pesquero al norte de la línea del Círculo Polar Ártico.
Se espera que el sistema esté completo hacia 2020.

5 algoritmos que ya están tomando decisiones sobre tu vida y que quizás tú no sabías

5 algoritmos que ya están tomando decisiones sobre tu vida y que quizás tú no sabías


Matriz de números

Un video que mostraba cómo sacaban a la fuerza a un pasajero de un avión de United Airways en el aeropuerto O'Hare de Chicago, Estados Unidos, se convirtió en un fenómeno viral el pasado mes de abril.
El video fue pésima publicidad para la aerolínea estadounidense, cuyos empleados querían que el hombre en cuestión, un médico de nombre David Dao, desocupara su silla para dársela a un piloto de la compañía que necesitaba llegar a la ciudad de destino del vuelo, Louisville, para hacer un relevo.
Sin embargo, apenas un puñado de las muchísimas críticas que le llovieron a la empresa abordaba un asunto crucial: ¿cómo se había determinado que fuera Dao quien cediera su lugar en el vuelo?
La necesidad de remover a Dao fue decidida por una máquina. Más específicamente, por un software que probablemente ya había marcado al doctor mucho antes de que éste pusiera un pie en el aeropuerto.
Este es sólo un ejemplo de cómo esos algoritmos están -de manera invisible y detrás de escena- tomando decisiones que afectan nuestras vidas.
Y no hablamos de los algoritmos de Google, Facebook o Netflix, que nos filtran lo que vemos o nos ofrecen sugerencias a partir de nuestras selecciones previas: a diferencia de estos, hay algoritmos que no están directamente relacionados con nuestras acciones.
En la BBC hemos reunido algunos ejemplos de cómo tu vida está ya afectada por ellos.

1. La inteligencia artificial decide si vas a tener un trabajo o no

Las hojas de vida o currículums ahora son más propensos a ser descartados sin siquiera pasar por las manos y la vista de un ser humano.
Robot y humano se dan la mano

Eso es porque cada día las compañías de selección de personal están adoptando programas de Sistemas de Seguimiento a Candidatos que manejan los procesos de reclutamiento, especialmente el análisis de cientos (o miles) de solicitudes iniciales.
En EE.UU. se estima que el 70% de las solicitudes de empleo son filtradas antes de ser analizadas por humanos.
Para las compañías, esto permite ahorrar tiempo y dinero en el proceso de contratación de nuevos empleados.
Sin embargo, este sistema ha generado cuestionamientos sobre la neutralidad de los algoritmos.
En un artículo de la Harvard Business Review, los académicos Gideon Mann y Cathy O'Neil argumentan que estos programas no están desprovistos de los prejuicios y sesgos propios de los humanos, lo que podría hacer que la inteligencia artificial no sea realmente objetiva.

2. ¿Quieres un préstamo? Tu perfil en las redes sociales puede impedírtelo...

Históricamente, cuando alguien solicitaba un préstamo a una entidad financiera, la respuesta estaba basada en el directo análisis de su capacidad de pago: la proporción de la deuda sobre el ingreso de la persona y el historial crediticio.
Escena en un banco
Pero ya no es así: la capacidad de pagar un crédito ahora es evaluada por algoritmos que acumulan datos de distintas fuentes, que van desde patrones de compra hasta búsquedas en internet y actividad en redes sociales.
El problema es que ese método no tradicional podría recoger información sin el conocimiento o el visto bueno de los posibles beneficiarios del crédito.
También aquí hay cuestionamientos sobre la transparencia e imparcialidad del proceso.

3. Te puede ayudar a encontrar el amor, pero tal vez no el que estás esperando

No es una sorpresa saber que las aplicaciones de citas en internet usan algoritmos para juntar a las parejas.
De hecho es parte de su discurso para atraer clientes, especialmente con los servicios premium o de pago.
Buscando parejas online
Sin embargo, cómo lo hacen es mucho menos claro.
Especialmente después de que eHarmony, uno de los sitios de citas más exitosos del planeta, revelara el año pasado que ajustaba los perfiles de algunos clientes con la idea de volverlos más "simpáticos" y atractivos.
Eso significa ignorar algunas preferencias de los usuarios, como los "me gusta" y "no me gusta".
Y esto es bastante molesto para la persona que se tomó el tiempo de responder las 400 preguntas que se piden para crear un perfil en eHarmony.
Pero incluso opciones más simples como Tinder, donde las variables son menos (ubicación, edad y preferencias sexuales), no son tan claras o aleatorias.
A cualquiera que use esta aplicación se le asigna una "calificación por atracción" secreta -esto es, cuán "deseable" resulta el candidato-, que es calculada por la compañía con la idea de "facilitar mejores emparejamientos".
La compañía ha mantenido en secreto esta fórmula, pero sus ejecutivos han dado algunas pistas.
Por caso, el número de veces que un usuario es arrastrado hacia la derecha o la izquierda por otros (que es la manera como en Tinder se indica si alguien te gusta o no te gusta) juega un papel muy importante.

4. Un programa puede determinar si eres un adicto o puedes tener un seguro médico

El abuso de opioides -vendidos de forma legal o ilegal- es la principal causa de muertes accidentales en Estados Unidos y los expertos en salud a menudo hablan de una "epidemia" en el consumo.
Opioides
Para atacar el problema, científicos y autoridades se están uniendo para crear y ejecutar proyectos basados en datos.
Más recientemente, en el estado de Tennessee, el proveedor de seguro médico Blue Cross y la firma tecnológica Fuzzy Logix anunciaron la creación de un algoritmo que analizaba nada menos que 742 variables para evaluar el riesgo de abuso e identificar posibles adictos.
Pero por supuesto que eso elevó una discusión ética: los datos analizados incluyen las historias médicas e incluso la dirección de residencia, de los candidatos.
El argumento a favor señala que este tipo de intervención puede salvar vidas e incluso puede reducir abusos al sistema.
Los adictos a los opioides tienen un 59% más de probabilidades de ser usuarios costosos de servicios médicos.
Los defensores del uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en el sector señalan que esto podría ayudar a tomar decisiones y reducir el gasto innecesario generado por errores humanos.

5. Un computador puede enviarte a prisión

Jueces en al menos 10 estados de EE.UU. están dictando sentencia con la ayuda de una herramienta llamada COMPAS.
justicia
Es un algoritmo de evaluación de riesgos que puede predecir las probabilidades de que un individuo haya cometido un crimen.
Uno de los casos más famosos que involucra el uso de COMPAS ocurrió en 2013, cuando Eric Loomis fue sentenciado a siete años de prisión por eludir el control policial y manejar un vehículo sin el consentimiento de su dueño.
Al preparar la sentencia, las autoridades locales presentaron una evaluación -basada en una entrevista y en la información sobre sus probabilidades criminales- y Loomis obtuvo una calificación de "alto riesgo de cometer nuevos crímenes".
Sus abogados rechazaron la condena usando distintos argumentos, uno de ellos el hecho de que COMPAS había sido desarrollado por una empresa privada y la información sobre cómo funcionaba el algoritmo nunca había sido revelada.
También reclamaron que los derechos de Loomis habían sido violados, porque la evaluación de riesgo tomó en cuenta información sobre el género y la información racial.
De hecho, un análisis de más de 10.000 acusados en el estado de Florida publicado en 2016 por el grupo de investigación ProPublica mostró que las personas negras eran a menudo calificadas con altas probabilidades de reincidir, mientras que los blancos eran considerados menos proclives a cometer nuevos crímenes.